La situación económica actual hace inviable para muchas organizaciones disponer de los recursos suficientes en el departamento de desarrollo de aplicaciones de la empresa.
Además los desarrolladores tienen que emplear parte de su tiempo a dar soporte a los usuarios finales por lo que no emplean el 100% de su tiempo en tareas de desarrollo.
Mientras los usuarios siguen demandando nuevas funcionalidades en las aplicaciones que se encuentran en producción… y las quieren “para ayer”.